miércoles, 6 de enero de 2010

decembers

El olor de tu colonia se colaba en mis pensamientos, el sabor del alcohol en cada uno de tus besos me gustaba, el calor de su mano sobre mi cintura no dejaba que me enfriara... y no me importaba el peligro que corrieran mis pies entre todos aquellos vasos rotos. Por que era incapaz de separarme de él. Bailamos durante horas, y llegamos a casa con la luz del sol.
Como siempre por esas fechas, nos despertabamos felices y sin resacas.

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